
Juego de grandes, o cosa de mayores
Sin duda a pesar de que en nuestra época, los pudores son cosa de pocos, existen temas que mantienen cierta reserva, como el caso de la sexualidad. La mayoría la practican, pero el doble niega que lo hace.
Hablar abiertamente de sexo puede ser un tabú para muchas personas, pero sin lugar a dudas es un tema que toca directamente a la sociedad sin importar sus creencias, edad, o condición.
El sexo muchas veces necesita de estímulos, y uno de esos, bien podrían ser los juguetes sexuales, que no son elementos recientes, al contrario tienen más de 2.500 años. Por ejemplo, los antiguos egipcios, griegos y romanos los utilizaban. Estos últimos, usaban materiales como la cera, para crear objetos de forma fálica.
Pero, aún así, hay personas que se les suben los colores al rostro con tan solo pronunciar la palabra sexo.
Los juguetes sexuales no representan ningún daño y son muchos los beneficios que se pueden obtener haciendo uso de ellos. Muchas parejas los usan para introducir un poco de fantasía y variación en sus relaciones sexuales.
Para involucrar a la ciudadanía que a diario deambula por las calles de Cúcuta, se planteó el siguiente interrogante: ¿QUÉ PIENSA USTED DE LOS JUGUETES SEXUALES?
Las mujeres respondieron:
• No estoy de acuerdo con el uso de estos, pero en fin cada persona sabe lo que es bueno o no, y si así se divierten, cada uno es libre de escoger.
• Las personas toman la decisión de tener o de usar un juguete sexual, dependiendo de la satisfacción que busquen, en general no me parecen malos.
• No me gustan para nada, creo que uno no necesita de juguetes cuando tiene una persona al lado que le gusta, eso es suficiente juguete en el buen sentido de la palabra.
• A decir verdad prefiero lo natural, soy más conservadora con respecto a las relaciones de pareja en materia de sexo, aunque no me gusten, respeto a las personas que disfrutan de ellos.
Pero los hombres no se quedaron atrás y esto fueron algunas de las respuestas:
• Pueden ser necesarios desde que la pareja quiera y sea un motor fuerte, porque no usarlos.
• Son muy útiles, y me gusta utilizarlos de acuerdo a la persona con la que esté.
• Considero que son inadecuados y me parece que son una falta de personalidad.
• Son fantásticos, para quien los necesite y los use, y si de esa manera obtiene una satisfacción, es válido.
• Prefiero lo natural, esta parte de la modernidad no va acorde con los principios de las personas.
• Hace parte de la cultura de las personas maduras, eso no es extraño, hace años aterraba a la gente, pero hoy es normal.
• Ayudan mucho, estimulan la creatividad de las personas, y no solo ser utilizados cuando se tiene problemas con la pareja, sino que son un aire a la vida sexual.
• No estoy de acuerdo con esos elementos, porque con lo que uno tiene le basta y le sobra, la imaginación y más nada, todo se lo dejo a la imaginación y la creatividad.
• Es una manera de cambiar lo que uno hace siempre y para complacer a mi pareja a quien le encanta no le veo problema el utilizarlos.
Datos de interés
Algunos de los juguetes más comunes son los lubricantes, aceites calientes, vibradores, consoladores, chaquiras anales, acostumbrador anal, esposas, disfraces, muñecas inflables, entre otros.
Los precios están para los geles están en $6.000 y los manuales van desde $30.000 hasta $90.000, aunque existen algunos elementos sofisticados que pueden ser más costosos.
Los productos que más se venden son los consoladores y los vibradores entre la población jóvenes principalmente, y los lubricantes tienen mas demanda entre la población adulta. Las ciudades donde más se comercializan son, Medellín, Cali, Bogotá y el Eje cafetero.
Usted tiene la respuesta y la decisión de usarlos o no.
Autor: Carolina Leon




